Andalucía es la comunidad que está a la cabeza en el consumo de vapeadores entre los estudiantes de secundaria, según la última encuesta de ESTUDES sobre el uso de drogas en este nivel escolar. Los vapeadores son la segunda sustancia más consumida después del alcohol, seguido de las cachimbas y el tabaco convencional. Su compra está completamente prohibida entre los menores desde la ley de 2005, y aún más que se usen en las instituciones educativas.
En el estudio se desvela que más de un 60% de los jóvenes de entre 14 y 18 años afirman haberlo probado alguna vez, y un más del 55% han vapeado en el último año. En el último mes esta cifra alcanza los 46%, siendo la mayoría mujeres (hasta un 48%). Las mujeres que toman anticonceptivos hormonales y vapeen y fumen tabaco verán aumentado su riesgo de sufrir enfermedades vasculares, como trombosis.
Aunque se piense que los vapeadores son una forma segura de dejar de fumar, son todo lo contrario. Su vapor puede contener acetona, benceno o nitrosaminas, así como metales como níquel o cobre que pueden dañar ganglios y órganos del cuerpo.
Los vapeadores pueden contener acetona, benceno o nitrosaminas, así como metales como níquel o cobre que pueden dañar ganglios y órganos del cuerpo. Además contienen componentes como nicotinas, alquitranes con efectos cancerígenos o monóxido de carbono. También tiene otros efectos físicos en el cuerpo como el mal olor corporal, arrugar la piel y amarillear los dientes.